La chica de gris...

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Una puerta cerrada frente a una banca al final del pasillo.

Un chico vestido de negro.

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Ve salir a la niña más bella con una trenza en el cabello...

una trenza acomodada del lado derecho de su cuello.

Su atuendo gris, sus zapatos negros.

...

Las palabras se detuvieron, se estancaron.

El chico estaba congelado, frío, emocionado, nervioso.

Un efímero y corto abrazo, trató de decir lo mucho que él sentía...

lo mucho él que callaba.

....

Juntos caminaron de regreso a la banca al final del pasillo.

La banca llena de mujeres locales, con los más hermosos y coloridos trajes.

Pero el chico no veía nada más bello, que la chica del atuendo gris.

Cinco cortos, pero bellos minutos hicieron mágica la espera de ocho días...

Juntos abandonaron la banca al final del pasillo, de regreso a la puerta de enfrente.

.....

Un solo momento les esperaba, debían regresar a tan temida puerta.

Dos jugarretas el chico pretendía, ella caminó desafiante.

Tres pasos dio ella al frente, el chico de negro le alcanzó por la espalda.

Cuatro besos él puso en su cuello mientras le tomaba por la cintura con su brazo derecho.

Cinco veces pensó en debía hacer, cuando la chica de gris se separó de él.

......

Otro corto abrazo fue el sello final, de tan larga espera...

el sello de los bellos cinco minutos que él tanto disfrutaba.

La chica de gris atravesó la puerta, y la cerró con delicadeza.

Cerrando la puerta y abriendo sus más grandes anhelos.

.......

Él partió de nuevo, emprendiendo una nueva espera...

Otros ocho días de soñar el momento, de planear el encuentro.

Empieza una nueva espera, una espera que esperaba fuera premiada.

........

Espera larga, a veces desperante...

con la recompenza de ver a su niña, su bella amante.

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Por: Carlos E. Escobar (Touch)

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