domingo, 11 de enero de 2009

Y entonces... crecí.



Cuantas veces nuestras vivencias actuales nos han recordado: "Ya no eres más un niño pequeño"... y me estoy dando cuenta que pocas son las veces que nos tomamos el tiempo de analizar nuestro pasado, de analizarlo como un todo... con sus altos y sus bajos. Y es en el preciso momento cuando empezamos a hacerlo que nos damos cuenta que la vida nos ha regalado ya algunos años... que hemos recorrido ya un trecho que bien vale la pena analizar.


Fue el día de hoy, domingo 11 de enero por la mañana... cuando me percaté que las actividades que estaba finalizando, eran actividades que no realiza un niño pequeño.

Regresaba a mi casa, de la Iglesia (solo)... pues recién terminaba de impartir la catequesis dominical a muchachos de entre 13 y 15 años. Fue en el momento cuando tomé periférico norte, que me di cuenta que aún tenía sueño y un poco de cansancio de la noche anterior; pues una de mis mejores amigas (Claudia Torres) contrajo Matrimonio.


Al final de la linda ceremonia del día anterior, me acerqué hasta el altar mayor a tomar una fotografía de los recién casados con sus caballeros (de los cuales otro de mis mejores amigos formaba parte... El Astro). Al fondo del Templo estaba otra de las grandes amigas que la vida me ha regalado, Mariela. Tuve el gusto de verla, y el gusto fue triple pues le acompañaba su esposo Irving y su pequeña bebé (linda, cual muñeca de porcelana).

Fue entonces cuando el conjunto de las situaciones que había vivido el día anterior y las que en ese momento estaba viviendo, me hicieron que me percatara del hecho que "Ya no soy más un niño pequeño". Y entonces fue cuando me dije a mi mismo: "mi mismo... hahaha" (broma), me dije:
- ¿Cuándo fue que pasaron todos estos años?
- ¿En qué momento perdí la noción de las cosas que en mi vida sucedían?
- ¿Ya estamos en 2009?
- ¿Cómo es que tengo ya tantas responsabilidades?
- ¿A que hora deje de ser un niño?

Y para ser sincero, esta última pregunta es la que aún no le encuentro respuesta... pues por más gracioso que parezca en verdad nunca en mi vida me percaté del momento en que pase de la infancia a la adolescencia, de la adolescencia a la juventud... así que me quedaré con la duda.

Pero considero que es bueno, que me haya percatado que ya son unos cuantos años los que he tenido la bendición de respirar... pues al menos, no me di cuenta de esto a los 70 u 80 años, cuando ya será más difícil recordar las situaciones que tu vida te ha presentado.

Entonces estos acontecimientos fueron para mi, nada más que una llamada de atención... si, eso! Una llamada de atención para vivir cada etapa y momento de mi vida a plenitud!!! Invitación que hago extensa para cada uno de ustedes que lea esta publicación.

Espero sus aportes...

1 comentario:

  1. Esa etapa en la vid es increíble, te sentís plenamente vivo y a la vez que ya empezaste morir, y la nostalgia por el patojito interno se hace una colocho :P

    ResponderEliminar

Seguidores